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Los retrasos en las entregas,
las mercancías dañadas y una mala atención al cliente son indicadores de que la empresa que has elegido no te conviene, y quizás desees cambiar por esa razón. En realidad, el auténtico coste derivado de un mal servicio de transporte es mucho más alto. Cuando un cliente recibe sus mercancías dañadas o con retraso, puede que no parezca muy importante. Al fin y al cabo, los artículos siempre se pueden sustituir o reembolsar, ¿no? No, el verdadero daño es el que sufre la reputación de tu empresa, algo que no es tangible y es mucho más difícil de reparar.
Evidentemente, no siempre se puede saber cuándo te va a fallar una empresa de transporte.
En particular, si tienes una necesidad de transporte urgente, quizás lo más fácil es usar el primer nombre que se te ocurra, sobre todo si es muy conocido. A veces los nombres más famosos y reconocidos pueden ocultar la reputación real de la marca, que no se conoce bien. Incluso en estos casos, no te preocupes, porque siempre hay cosas que puedes hacer para proteger tu empresa, tus mercancías y a ti mismo de los servicios de transporte de poca calidad. ¡Después de todo, elegir el mejor servicio de transporte es la forma más rápida de que tus clientes estén satisfechos!
